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El cuerpo es nuestra pertenencia más valiosa y, a menos que sintamos un profundo respeto hacia él y hacia nuestra persona, nunca lo cuidaremos como se merece. Sin ir más lejos, el mero de hecho de sentir amor ya refuerza el sistema inmunológico.
Ponte delante de un
espejo, a ser posible que sea uno en el que puedas observarte de cuerpo entero,
preferiblemente desnudo. ¿Cómo te sientes ante la imagen de tu cuerpo? ¿Qué
tipo de sentimientos surgen?El cuerpo es nuestra pertenencia más valiosa y, a menos que sintamos un profundo respeto hacia él y hacia nuestra persona, nunca lo cuidaremos como se merece. Sin ir más lejos, el mero de hecho de sentir amor ya refuerza el sistema inmunológico.
¿Enfado, descontento, crítica,
rechazo...? O ¿quizás experimentas sensaciones más positivas como amor,
respeto, aceptación, cariño...?
Hacer este ejercicio es muy
válido para las personas que saben que es lo que quieren y desean superarse,
hay muchos que al descubrir sus defectos van a escoger la opción mas fácil, y
la que la prefieren los mediocres, se va a echar a morir y va a renunciar. O
puede tomar la opción más difícil y que solo la toman los valientes y los que
saben para donde van, superarse, corregir y seguir tras la meta hasta alcanzarla.
Razones por las cuales debemos
cuidar nuestro cuerpo:
1. Nuestro cuerpo es lo único que Dios
nos recibe como ofrenda. Romanos 12: 1-2 “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios,
que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios,
que es vuestro culto racional. 12:2 No os conforméis a este siglo, sino
transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que
comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
2. El cuerpo no es nuestro. 1 Corintios
6: 19-20. “¿O
ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en
vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
6:20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.”
6:20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.”
3. Somos templo de Dios. 1 Corintios
3: 16-17. “¿No
sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? 3:17
Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el
templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.”
Jesús era un hombre de paz, lo
único que logro sacarlo de casillas fue cuando encontró en el templo gente
vendiendo y comprando animales. Mateo 21: 12 “Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a
todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los
cambistas, y las sillas de los que vendían palomas;” Jesús sabía
muy bien lo que quería, por eso fue capaz de echar fuera a los mercaderes, ¿tu
si sabes lo que quieres? que serias capaz de echar fuera de tu vida para
lograrlo, pereza, desanimo, miedo, orgullo. Etc.
Lo que a Jesús le molesto fue que
se cambiara el propósito para lo cual fue creada la casa de Dios. V 13 “y les dijo: Escrito está: Mi
casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de
ladrones.” muchos de
los que asistían a la iglesia eran negociantes de animales, por eso
aprovechaban el día para realizar sus negocios en la iglesia, hoy ya no
llegamos con ovejas, pero a través de nuestros celulares ya no atendemos a la
palabra de Dios y lo más triste ya no podemos concentrarnos en la oración que
es por lo cual nos congregamos, porque estamos ocupados en nuestros negocios o
actividades personales a través del teléfono.
La ofrenda o el animal que tenía
que ofrecerse a Dios tenía que ser perfecto y el mejor. En el tiempo de antes
donde la mayoría podía criar sus animalitos, podían también ofrecerle a Dios lo
mejor, pero cuando ya se compraba no se daba siempre lo mejor, en una operación
de compra y venta por lo general el comprador, regatea para que lo que compra
le salga barato. Definitivamente comprar la ofrenda no costaba lo mismo que
criarla y encariñarse con ella para después tener que ofrecerla en sacrificio.
2 Samuel 24: 24 “el rey
dijo a Arauna: No, sino por precio te lo compraré; porque no ofreceré a Jehová
mi Dios holocaustos que no me cuesten nada. Entonces David compró la era y los
bueyes por cincuenta siclos de plata.”
Jesús hacia esto porque tenía mucho
celo por la casa de su padre. Juan 2: 17 “Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El
celo de tu casa me consume.” que tanto celo tienes tu por la casa de Dios, te molesta
que otros te interrumpan por estar entrando y saliendo a contestar sus
celulares o también haces lo mismo. Te gusta colaborar con la decoración y el
aseo del templo, o eres de los que nunca tiene tiempo.
Que tanto celo tienes por lo que
haces, ¿luchas hasta la misma muerte por conseguir lo que quieres o mantener lo
que tienes?
Traer nuestro cuerpo a la casa de
Dios y dejar nuestra mente en la casa, en los negocios, en el colegio, es lo
mismo que traer ovejas para vender. Si has tomado la decisión de ir a la casa
de Dios a la casa de oración, olvídate de todo lo de afuera, solo así podrás
deleitarte y escuchar la palabra de Dios. Salmo 27: 4 “Deléitate
asimismo en Jehová,
Y él te concederá las peticiones de tu corazón.”
Y él te concederá las peticiones de tu corazón.”
Recuerda que nosotros somos templo
de Dios. Juan 2: 21 “Mas
él hablaba del templo de su cuerpo.” y nuestro cuerpo tiene un
propósito, movilizarnos de un lado a otro, mostrarnos a los demás, ten celo de
tu cuerpo no le introduzcas cosas que lo dañen, cuida tu alimentación, la falta
de peso o el exceso son perjudiciales, con una buena alimentación y una buena
rutina de ejercicios podemos mantener nuestro cuerpo de manera perfecta tal
como Dios nos lo dio.
Recuerda nuestro cuerpo espiritual
también necesita alimentarse y ejercitarse no dejes de congregarte como algunos
tienen por costumbre. Hebreos 10: 25 “no dejando de congregarnos, como algunos tienen por
costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.”
¡Ten en cuenta si a Dios quieres escuchar tu celular debes apagar!