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Dios desde el principio quería que vivamos bien en todo sentido. En lo social. En lo económico, en el estudio.
Dios desde el principio quería que vivamos bien en todo sentido. En lo social. En lo económico, en el estudio.
Dios nos doto de todo lo
necesario y a través de la parábola de los talentos nos quiere enseñar lo que
es el reino de Dios.
El reino de Dios esta allá en
la eternidad, pero también lo podemos empezar a vivir aquí en la tierra
Para que podamos hacer de esta tierra un cielo Dios
nos entrego sus bienes, al igual que nos muestra en la ilustración.
V 14 “Porque el reino de los cielos es
como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes.”
Los bienes que Dios nos
entrego se llaman talentos, y nos lo dio de acuerdo a nuestra capacidad. V 15 “A uno dio cinco talentos,
y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue
lejos.”
La capacidad es algo que debemos desarrollar día a día. De lo contrario nos
quedamos limitados en nuestras funciones. PERO RECUERDA QUE CON DIOS EN ULTIMAS NO
IMPORTA TU CAPACIDAD, LO QUE IMPORTA ES QUE TE DEJES LLENAR
En el Antiguo Testamento el talento era
una unidad de medida de peso utilizado entre los judíos, griegos y babilonios,
la palabra “talento” se utiliza con frecuencia figuradamente. Así que los
talentos se deben entender principalmente como dones sobrenaturales conferidos
por el Espíritu Santo. De allí la doble intención al explicar Jesús este
mensaje a su pueblo, ya que aunque era verdaderamente una moneda también representa
un don que dio a sus siervos de acuerdo a sus
capacidades. Aunque los siervos fieles supieron qué hacer con lo que les había
sido dado, había uno que no quiso abandonar sus ocupaciones para servir a su
amo. Este hombre solamente pensaba en sí mismo. Quería evitar riesgos para
protegerse, aún al perder lo poco que tenía.
El
mensaje de la parábola es de multiplicación, cada quien de acuerdo a la
capacidad que tenga o esté desarrollando debe multiplicarse. V 20-21 “Y
llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos,
diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros
cinco talentos sobre ellos. 25:21 Y su señor le dijo: Bien,
buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en
el gozo de tu señor.”
Nosotros
somos administradores de los talentos
que tenemos. El concepto técnico de Administrador es: “alguien encargado de
bienes ajenos con el propósito de hacerlos producir” Desde un principio Dios
preparo al hombre para que se multiplicara. Génesis 1: 28 “Y los bendijo Dios, y les dijo:
Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los
peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven
sobre la tierra.”
Uno
de los requisitos para ser Discípulo de Cristo es llevar mucho fruto, es decir
producir. El verdadero cristiano no está hecho solo para calentar silla. Juan
15: 8 “En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis
mucho fruto, y seáis así mis discípulos.” Juan 15: 16 “No
me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto
para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo
que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.”
Como
están tus talentos si los estas multiplicando o los tienes enterrados, recuerda
que talento no solo es dinero, o tener una habilidad como cantante, predicador.
Etc. El ser un buen padre, un buen hijo, un buen estudiante, un buen esposo,
también puede ser un talento muy valioso. Proponte cada año multiplicar los
talentos que Dios te ha dado y sobre todo presentárselos a Dios como ofrenda
agradable.
Que impide que no produzcamos
fruto o que no nos multipliquemos.
1. El temor. V 25 “por lo cual tuve miedo, y fui y escondí
tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo.”
2. Negligencia. V 26 “Respondiendo
su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré,
y que recojo donde no esparcí.”
3. Ocio. 2 Pedro 1:8 “Porque si estas cosas están en
vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al
conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.”
Dios exige resultados. V 27 “Por
tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera
recibido lo que es mío con los intereses.” A Dios le agrado que hubieran multiplicado los talentos
recibidos, pero si eso no fue posible al menos se debería tener ganancias. Dios
no quiere que permanezcamos estancados. Dios es un Dios de excelencia y el
quiere que vayamos de lo bueno a lo mejor de lo mejor a lo excelente.
Dios castiga al negligente e
inútil y galardona a los esforzados. V 29-30 “Porque al que tiene, le
será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. 25:30 Y al siervo inútil
echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.”
Para salir adelante y poner a
producir los talentos que Dios nos da se necesita ser esforzado y valiente.
Josué 1: 6 “Esfuérzate y sé
valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual
juré a sus padres que la daría a ellos.”
Cuando eres valiente, el esfuerzo
trae consigo el éxito, estos llevan constancia y determinación pero también el
valiente sabe que debe buscar el cómo multiplicar lo que ya tiene y el método
es poco a poco.
EN ULTIMAS CON DIOS NO IMPORTA TU CAPACIDAD SINO LO QUE TE DEJES LLENAR