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Hay personas que han usado tantos disfraces a lo largo de sus vidas, tratando de ganar la aprobación o el cariño de otros, que ya no pueden definir quienes son en realidad.
Las apariencias son
nuestro mecanismo de defensa ante los problemas de la vida pero cuando esto se
torna en nuestra forma de vivir, aunque el exterior se vea pleno de vida
nuestro interior se va marchitando, secando hasta la muerte.Hay personas que han usado tantos disfraces a lo largo de sus vidas, tratando de ganar la aprobación o el cariño de otros, que ya no pueden definir quienes son en realidad.
El problema de vivir de
apariencia no solo era mal de los de afuera de la iglesia. Por eso Jesús les
habla a todos, los de afuera y a los de adentro. V 1 “Entonces habló Jesús a la gente y a sus
discípulos, diciendo:”
Una persona que vive de
apariencias muchas veces dice algunas verdades, el problema es que no vive
conforme a lo que dice, y corre el riesgo de dañar la vida de los demás. V 3 “Así
que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis
conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen.” Un padre fumador le puede
enseñar a su hijo que fumar es malo para la salud; el hijo va a aprender que
fumar es malo…pero va a fumar.
Una persona que vive por
apariencias exige a los demás lo que él no es capaz de hacer. V 4 “Porque
atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los
hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas.” Es incumplido
pero le molesta que a él le hagan esperar, nunca paga el dinero que pide pero
le molesta que a él no le paguen.
Una persona que vive de
apariencia hace las cosas solo por figurar. V 5-6 “Antes,
hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus
filacterias, y extienden los flecos de sus mantos; 23:6 y aman los
primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas,” el día
en que alguien no le reconoce su trabajo se frustra y se desanima de seguir
trabajando.
Consecuencia de una vida de
apariencias:
1. Se convierte en un estorbo y
no en ayuda. V 13 “Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos,
hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues
ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando.” Nosotros
no debemos ser parte del problema debemos esforzarnos por ser parte de la solución.
2. Se acostumbra hacer las
cosas por interés. En lo espiritual tapan su maldad con oraciones. V 14 “¡Ay
de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las
viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor
condenación.” Y en lo
secular engañan a la gente con sus palabrerías, son unos charlatanes.
3. Arrastran a otros en su
error. V 15 “¡Ay de vosotros, escribas
y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito,
y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros.” La boca
de un cristiano hipócrita habla de las maravillas de Dios y lleva a los demás a
creer en Cristo, pero su vida los lleva al infierno.
4. Se vuelve superficial y
materialista. V 16 “¡Ay de vosotros, guías
ciegos! que decís: Si alguno jura por el templo, no es nada; pero si alguno
jura por el oro del templo, es deudor.” Piensa que una vida de bendición solo
es hablar de dinero.
5. Pierde el equilibrio de las
cosas. V 23 “¡Ay de vosotros, escribas
y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y
dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto
era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.” Hay personas que por hacer
algo dejan de hacer otra cosa. Por estar con la familia se alejan de Dios, o
por pretender estar con Dios se olvidan de la familia. La palabra dice que para todo hay tiempo
6. Se cree el mejor, siempre
piensa que él lo hubiera hecho mejor, el problema es que nunca hace algo. V 30 “y
decís: Si hubiésemos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido
sus cómplices en la sangre de los profetas.” Hoy nosotros decimos si hubiéramos estado en el tiempo de Jesús no lo hubiéramos
matado.
En conclusión un hipócrita solo
se preocupa por lo externo, así por dentro se pudra cada día mas. V 27 “¡Ay
de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a
sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas
por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.” Sabe que
lo que está haciendo está mal, pero prefiere seguirlo haciendo.
Una persona que vive de
apariencias gasta más de lo que gana, vive endeudado, es pobre pero prefiere no
reconocerlo y engañarse a si mismo.
Seamos auténticos, aun con el
riesgo de no gustar o de no ser aprobados por los demás. Conocer nuestras
capacidades y limitaciones nos permitirá aceptarnos y trabajar en nosotros
mismos para fortalecer las primeras y superar las segundas, solo así podremos
sentirnos a gusto con nosotros mismos.